En Estados Unidos, la disponibilidad de empleo para todas las personas es una ventaja significativa. Es un valor ciudadano poder contribuir a la economía y ganar dinero para la familia. El sistema laboral protege a individuos de todas las edades, incluidos aquellos con discapacidades. A continuación se detallan las opciones disponibles para este segmento de la población.

¿Quiénes son considerados discapacitados según la ley?

Según la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA) y la Ley de Enmiendas (ADAAA), una persona con discapacidad es aquella cuya condición física o mental limita sustancialmente una o varias actividades principales de su vida diaria. Esto puede incluir dificultades para caminar, hablar, ver, oír o aprender. Existen leyes que protegen a este grupo y garantizan condiciones de vida óptimas.

Campañas y Organizaciones

Con el apoyo de organizaciones gubernamentales y privadas, existe una campaña llamada “¿Qué puedes hacer?” financiada por la Oficina de Políticas de Empleo para Discapacitados (ODEP) del Departamento del Trabajo de EE.UU. Esta iniciativa busca promover la contratación de personas con discapacidad, enfatizando en las habilidades y capacidades de cada individuo. Algunas organizaciones y recursos útiles incluyen:

– Red de Ubicación Laboral (Job Accommodation Network)
– American Job Centers
– Agencias estatales de rehabilitación vocacional (VR)
– Centros de Vida Independiente (ILC)
– State Departments of Labor
– AbilityOne

Sitios de Empleadores que Contratan Personas con Discapacidad

– abilityJOBS
– DisabledPerson.com
– GettingHired.com
– Careers with Vision/National Industries for the Blind
– National Resource Directory
– RecruitDisability.org
– Think Beyond the Label Jobs Board

Incentivos para Ingresar al Mercado Laboral

Además de las herramientas mencionadas, la Administración del Seguro Social (SSA) ofrece programas de incentivos laborales para aquellos que reciben beneficios del Seguro de Incapacidad del Seguro Social (SSDI) o del Seguro de Ingreso Suplementario (SSI). Estos programas incluyen beneficios en efectivo mientras se trabaja, la continuidad de Medicare o Medicaid, y ayuda con la educación y adaptación laboral. Aprovechar estas oportunidades puede ser beneficioso tanto a nivel personal como para la comunidad y el país en general.

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