Cuando una relación llega a su fin, es común que las parejas decidan divorciarse de manera oficial, especialmente cuando se trata de un matrimonio que se celebró en México y se busca el divorcio en Estados Unidos. En algunos países latinoamericanos, como Colombia o Perú, puede ser válido divorciarse en EE.UU. después de casarse en México, pero en México no se reconoce la sentencia de divorcio emitida por las autoridades estadounidenses.
Para llevar a cabo el proceso de divorcio en México, la normativa en diferentes entidades del país indica que el mismo debe realizarse ante el juez familiar del último domicilio donde la pareja convivió antes de separarse. Esto implica que, en algunos casos, es necesario regresar a México para ratificar la disolución del matrimonio, aunque también se puede otorgar un poder notarial a una persona de confianza que resida en México para realizar los trámites en nombre del interesado.
Para iniciar el trámite, se puede solicitar una cita en el Consulado mexicano a través de Mexitel, ya sea en línea o por teléfono. Los documentos necesarios para el poder notarial deben presentarse en original y copia simple por ambos lados.
En cuanto a los derechos relacionados con los hijos y la pensión de manutención después del divorcio, tanto en Estados Unidos como en México se garantizan los mismos derechos para ambos padres, independientemente de su estatus migratorio. Es importante destacar que negarse a cumplir con la pensión alimenticia puede acarrear consecuencias legales.
El procedimiento administrativo para otorgar el poder notarial se divide en varias etapas, que incluyen la presentación de documentos, el pago de derechos y la revisión y firma del proyecto de poder. Una vez aprobado, el poder debe apostillarse en México para tener validez jurídica en Estados Unidos.
El tiempo y costo del trámite pueden variar según el estado de México en el que se realice, siendo el tiempo mínimo de duración de dos meses y con costos que pueden rondar los $800.00 dólares, dependiendo del apoderado designado.
En conclusión, si estás atravesando un proceso de divorcio, seguir el procedimiento descrito te permitirá formalizar tu situación civil y administrativa, cerrando un capítulo y abriendo la puerta a una nueva etapa con todo en regla. En caso de dudas, es recomendable consultar con expertos en la materia para recibir asesoramiento detallado.
