Si estás considerando la posibilidad de retirarte en el extranjero después de haber trabajado en Estados Unidos, es importante tener en cuenta varios aspectos. Aquí te explicamos los puntos clave a considerar para hacerlo de manera exitosa.

¿Qué implica la jubilación?

Cuando te retiras, dejas de trabajar de forma permanente y comienzas a recibir ingresos por pensiones u otras fuentes que no requieren trabajar. Retirarte en el extranjero es básicamente lo mismo, pero en un país distinto. Tus ingresos se reciben de manera electrónica a través de servicios bancarios internacionales.

Para poder jubilarte a través del Seguro Social y vivir en otro país, debes tener al menos 62 años y haber acumulado 40 trimestres de trabajo ante este organismo, equivalente a 10 años. En el caso de otros planes de jubilación, los requisitos dependerán de la entidad aseguradora.

¿Cuáles son tus derechos?

Como ciudadano estadounidense retirado en el extranjero, tienes el derecho de recibir atención médica en el país donde residas, votar en elecciones por correo postal y acceder a exenciones fiscales. Asegúrate de conocer los beneficios a los que tienes derecho en el país donde decidas residir.

¿Cuál es el proceso a seguir?

Si deseas jubilarte a través de un plan privado, deberás seguir los procedimientos de la institución correspondiente. En el caso del sistema público, puedes presentar tu solicitud en el Portal web de Seguridad Social, de forma gratuita y sin necesidad de acudir personalmente a una oficina.

Actualmente, el trámite no requiere la presentación de documentos físicos, pero es recomendable completar todos los pasos antes de abandonar el país, por si surgiera alguna necesidad de aclaración adicional.

¿Qué hacer si ya estás pensionado?

Si ya estás recibiendo una pensión y planeas mudarte a otro país, asegúrate de hacer todos los arreglos necesarios con la Seguridad Social o tu entidad financiera para garantizar el acceso a tus pensiones en el extranjero. También es importante gestionar los servicios de salud locales y considerar las obligaciones fiscales en ambos países.

Si cuentas con un plan privado de retiro, verifica que la aseguradora pueda proporcionarte los beneficios en el país de residencia deseado. Asegúrate de cubrir las necesidades de tu familia en cuanto a servicios médicos y pensiones.

La jubilación en el extranjero ofrece diversas ventajas, especialmente para aquellos cuyos ingresos tendrían mayor poder adquisitivo en otro país. Si tu pensión no es suficiente en tu país de origen, considerar retirarte en el extranjero puede ser una alternativa viable.

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